Han pasado aproximadamente 4 semanas desde que escribí la entrada anterior sobre este tema: El Coronavirus.
¿Qué tal llevas ese diario de tu cuarentena? ¿Te estás acordando de escribir tus “agradecimientos”?
Índice
Los beneficios de escribir un diario
Si lo has estado haciendo, tu mism@ te habrás dado cuenta que tus emociones y consecuentes sentimientos, cambian.
Por lo que yo he observado en toda esta “Terapia online de grupo”, en la que me encuentro con mis pacientes, es que hay situaciones, incluso sentimientos, que se repiten de forma bastante común.
El Cansancio.
Tras cuatro semanas, me encuentro con que muchos de nosotros ya estamos cansados.
Esto no significa que a partir de ahora, nuestro estado de ánimo vaya a ir a peor, no. Lo que significa es que, quizás, tengamos que descansar y esto se puede hacer de diferentes formas.
Una de ellas es parar, dejarse de exigir con tareas y rutinas estrictas constantes y dejarse un par de días de tregua.
Otra forma de proporcionarse descanso, no excluyente de la anterior, es mimarse. Esto llega a significar, hacer cosas que nos gustan, cuidarnos y darnos algún capricho que nos sirva de refuerzo para seguir adelante en esta situación. Es como un “pasarse la mano por la cabeza” a uno mismo, de forma emocional.
También en esto del auto-mimo incluyo el cuidarse de forma física, manteniendo una buena alimentación y cuidando el sueño.
Hacer ejercicio físico, es algo que también tiene que ver con el auto-cuidado. En él además vamos a encontrar una manera de canalizar la ansiedad que la situación, extraña en sí y amenazante, supone.
La Irritabilidad
Este unos de los sentimientos que en estos momentos, más me estoy encontrando. Fruto del cansancio, tenemos los límites más bajos y nos sentimos molestos con cosas, que quizás en otras circunstancias, no nos afectarían.
Además, esto lo generalizo a una mayor sensibilidad. Esto no significa que seamos o que nos estemos volviendo débiles. Simplemente se trata de que, estamos sintiendo.
Permítetelo, dejarte sentir y expresar lo que sientes, te proporcionará un desahogo, liberación y por tanto bienestar.
Eso sí, ten cuidado con quien lo hagas, entendiendo que esa persona también tiene sus sentimientos, sus tiempos y sus momentos.
Sensación de saturación de información.
Es normal que a estas alturas nos sintamos un tanto saturados de información.
Por supuesto, es importante saber qué está pasando. De hecho, esto es lo que nos debería hacer, de forma puntual y momentánea, “salir de nuestra burbuja” para recordarnos lo que está pasando ahí fuera y porque estamos aquí.
Pero esta información, no tiene por qué llegar de forma masiva. Es más, si es así como llega, nos va a hacer aturullarnos y no asimilar absolutamente nada.
Al contrario, esta información se puede dosificar. No tienes por qué estarla recibiendo todos los días y el día que decidas hacerlo, te recomiendo que no sea ni a primera hora de la mañana, ni a la última del día.
A primera hora, recién levantados, nuestro cerebro, todavía un poco dormido, no tendrá los mecanismos de defensa muy activos como para poder procesar tal información.
A última hora del día, vas a recibir una serie de contenidos, todavía a día de hoy, bastante desagradables, que te pueden impedir descansar bien. Recuerda que el descanso y por tanto el sueño, ahora es una herramienta fundamental que te ayudará a llevar mejor esta situación.
Estamos dejando de relativizar: nos estamos haciendo más “mundanos”.
Otro de los fenómenos que está sucediendo es que, estamos dejando de relativizar.
Cuando todo esto empezó, algunos empezamos con mucha energía porque inmediatamente, nos dimos cuenta que había algo prioritario por lo que luchar.
Se trataba de nuestra salud y la salud de nuestra sociedad. A partir de ahí, todo pasaba a un segundo plano. Preocupaciones del día a día, nos dejaron de importar, porque vimos que era lo verdaderamente importante.
Con el transcurso de estas semanas, debido a una gran herramienta que es la capacidad de adaptación que tenemos, junto con la de la desensibilación, hemos perdido un poco esa energía o esa euforia. A cambio, están volviendo a nosotros, las preocupaciones de siempre.
No nos engañemos, aunque nuestro cerebro se haya adaptado a ello, sigue habiendo algo que es lo verdaderamente importante. Que este aprendizaje nos dure todo el confinamiento y que no lo olvidemos después.
10 Consejos para sobrellevar el confinamiento
Como consecuencia de todo esto, aquí os dejo diez consejillos, que creo, pueden ayudar:
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- Permítete sentir y por tanto expresar. Es perfectamente normal que haya momentos de bajón, a partir de los cuales luego tires para delante. En eso consiste la
- Establécete rutinas y actividades ceñidas a horarios, que te permitan estar más presente en tu presente y ocupar tu tiempo. No obstante, se flexible con esto. Romper con estas rutinas, puede simbolizar el descanso que en momentos puedas estar necesitando. Haz que sean tus actividades distintas, si estás en fin de semana o días de vacaciones.
- Ten gestos simbólicos que representen las distintas etapas del día. Por ejemplo, cambiarse de ropa. No te tires todo el día en pijama. Tu cerebro lo podría entender como auto-abandono o enfermedad. Cambia de sitio si has terminado de trabajar (para los que trabajan en casa)… etc.
- Trabaja tu pensamiento tratándolo de centrar mucho en el presente. Para la aceptación de la incertidumbre, lo mejor es sustituir los pensamientos del tipo: “Cuánto nos queda” o “cuánto durará todo esto” por pensamientos como: “qué estoy haciendo ahora”.
- Haz meditación. Si nunca la has hecho, introdúcete en ella y si ya tienes el hábito, mejor que mejor. La meditación tiene unos efectos científicamente demostrados. Estos tienen que ver con una mejora de nuestro estado de ánimo, ayuda a controlar la ansiedad y favorece el funcionamiento de nuestro sistema inmune.
- Lleva a cabo una buena alimentación y cuida tu sueño. No restrinjas tus horas de sueño y descanso y mantén los horarios de acostarte. Llevar a cabo una alimentación sana y equilibrada son gestos de autocuidado, a parte de los efectos físicos que proporciona. Obviamente, no te prives de darte algún caprichito de vez en cuando.
- Trabaja la tolerancia y el respeto a los demás. Piensa que cada uno tenemos nuestras estrategias de afrontamiento, nuestras distintas vivencias y nuestros respectivos tiempos. Es importante tener esto en cuenta, antes que juzgar y valorar lo que hacen los demás. No te olvides que estamos aquí, por todos. Juntos venceremos. Por tanto, entrar en conflicto con los demás será contradictorio.
- Haz tus agradecimientos. Cada día que pasa, hay algo que agradecer, aunque simplemente sea eso: “Un día menos”. Hay muchas cosas que podemos aprender, pongámonos receptivos a ello. Y tengamos en cuenta que este ejercicio de cambio de foco nos ayudará a amortiguar la entrada de información negativa.
- Motívate con lo que vas a hacer cuando salgas de esta. Aquello que vayas a hacer entonces, será el estímulo que te ayudará a afrontar esto de ahora. Podemos soñar con ello y además va a ser un sueño que se haga realidad.
- Y si en algún momento te sientes en crisis y un tanto desbordado, no dejes de recurrir a Psicólogo para ti, cuya atención 100% online, te servirá de gran ayuda.