Lo que hoy quiero proponer, no es algo que pueda cambiar nuestro estado mental en un instante. Sin embargo, es algo que sí puede cambiar nuestra mente en general. Es algo que nos hará cambiar nuestra visión sobre el mundo. Se trata del diario de agradecimientos.
Recordaréis no hace muchas semanas, aquella entrada que escribí sobre el balance diario.
Se trataba de hacer un balance de cómo transcurren cada uno de nuestros días, con la idea de sacar de él, una muestra de lo que puede ser el balance de nuestra vida.
Si llevasteis a cabo este ejercicio, os daríais cuenta que en este balance, somos capaces de detectar aquello que llamábamos oportunidades a mejorar al día siguiente.
Sí, me refiero que aquello que no nos hubiese resultado positivo en el día, podernos dar la oportunidad de cambiarlo al día siguiente.
En contraste, a cambio de detectar cuáles son los aspectos negativos que componen nuestro día, en el balance, también podremos detectar esos elementos positivos que han formado mi día. Aspectos dignos de agradecer.
Diario de gratitud
Si al ejercicio del “balance de día” lo complementamos con la búsqueda concreta de “sólo” tres aspectos a agradecer, llevaremos a cabo este propósito que planteo.
Si el diario de agradecimientos que planteo lo convertimos en un hábito, es decir, lo practicamos ese número medio de días que se propone para que nuestro cerebro adquiera hábitos (aproximadamente 21 días), habremos acostumbrado a nuestra mente a mirar lo positivo.
Así, podremos conseguir una visión positiva del mundo. Así, descubriremos lo que es el pensamiento positivo.
Porque el pensamiento positivo no es negar los problemas, evitar las dificultades, no reconocer lo feo… El pensamiento positivo es centrar la atención en la parte más bonita que sirve para contrarrestar lo feo… Es buscar las soluciones. Es encontrar, ese “qué puedo hacer yo” para cambiar lo que no me gusta.
¿Te animas a probar el diario de agradecimientos? Te espero en los comentarios.