Y de pronto, casi sin darnos cuenta y gracias a la automatización, averiguamos que ya nos encontramos en aquel lugar donde hemos desarrollado el proyecto de irnos a vivir. Descubrimos que nos encontramos ante una nueva etapa de nuestra vida y nos la queremos plantear con ilusión y con ganas…
Sí, sí… Estamos escribiendo un nuevo capítulo en el libro de nuestra vida y es muy importante que tomemos conciencia de ello.
Lo primero que debemos de hacer es conocer el lugar y para ello vamos a explorar. Esta parte quizás, sea lo más parecido a hacer turismo. Es importante que descubramos aquello que más exótico o novedoso nos resulte… que identifiquemos aquello que más nos gusta e incluso, también aquello que nos puede resultar más familiar. Es decir, que se parezca más a lo nuestro.
En esta exploración del lugar, también llegaremos a incluir conocer a las personas que forman parte de ese entorno. Se trataría de poder hacer un análisis más o menos general de esa sociedad, de la que vamos a formar parte y a la que nos empezaremos a integrar. En este proceso o subproceso, haremos lo mismo que debemos hacer con el lugar: identificar aquellas formas de actuar que más ajenas a nosotros resulten. Conocer aquellas conductas de la gente que más nos gusten y descubrir aquello en lo que más se parecen a nosotros y a la sociedad en la que, hasta el momento hemos vivido.
Al final, si os dais cuenta, el elemento clave a poner en funcionamiento en esta etapa, es el autoconocimiento. Es fundamental conocernos a nosotros mismos, para poder hacer toda esta exploración.
Es fundamental conocernos a nosotros mismos, para saber qué herramientas son las que disponemos, para enfrentarnos a esta adaptación. Para confiar en nosotros mismos y saber que lo lograremos.
¡Bienvenidos a esta nueva etapa!