Algo que es muy importante para nuestra salud mental, es disponer de una buena autoestima. Tener una autoestima sana, implica la necesidad de mimarse.
Tras ya varios capítulos donde hago referencia al autodiálogo, a la importancia que tiene pedir y escucharse a uno mismo, sigo por la misma línea, hablando de esta necesidad.
Como haríamos con alguien a quien queremos, para transmitirle nuestro cariño, también es importante para fomentar nuestra autoestima, que tengamos gestos de cariño hacia nosotros mismos.
Trabajar la autoestima, significa establecer una buena relación con nosotros mismos, fomentar esa autoconfíanza, para ganar en seguridad y podernos enfrentar sin miedo a la incertidumbre de la vida.
Además, si esto debe ser la tónica que sigamos en general, en la relación con nosotros mismos, en absoluto lo podremos olvidar, sobre todo, en los momentos difíciles.
Cuando nos encontramos en situaciones complicadas, al igual que es cuando más deseamos el apoyo de los demás, sobre todo, ante todo, necesitamos el nuestro propio.
Se trata de que, sea en ese momento cuando más conscientes seamos de la importancia que tiene aliarse a uno mismo. Cuando más conscientes seamos de que a pesar de los obstáculos, podemos hacer por allanarnos el camino, con esos pequeños gestos de cuidado, cariño y mimo hacia nosotros mismos.
Así que, este es mi consejo de hoy: cuando os encontréis ante una situación complicada, no os olvidéis de tener momentos de desconexión del problema en los que incluyáis sobre todo, actividades que os gusten, que os resulten placenteras y satisfactorias. Que sea, cuando más os miméis.
