Buenísima pregunta la de qué es la felicidad. ¿Existirá una definición firme con la que estemos de acuerdo todos? O por el contrario, cada uno tendremos un concepto diferente…
Yo creo que si hiciésemos un sondeo, concluiríamos más la segunda de las opciones. Nos daríamos cuenta que existen tantas definiciones de felicidad, como personas hay en el mundo… pero si profundizamos un poco más y nos hacemos la pregunta de si somos felices y qué podemos hacer, si no, para lograrlo… si podemos encontrar una respuesta un tanto más general o común. Y por mi experiencia en mi consulta, con mis pacientes, puedo decir, que esa respuesta, denota una gran presión, exigencia y autorreproche.
Me explico: parece que estamos obligados a ser felices. Y si el concepto que hemos elegido para definir nuestra felicidad, es muy concreto y complicado de alcanzar, nos vamos a sentir frustrados y decepcionados con nosotros mismos.
Cuando un paciente llega a mi consulta por primera vez, le pegunto cuál es el motivo por el que viene. Es decir, qué pretende conseguir con la terapia o cuáles son los objetivos que se marca. Generalmente, en una de esas primeras sesiones, algo que yo suelo repetir es lo de que, nuestro objetivo principal es alcanzar la felicidad. Pero no quisiera que con esto se me malinterprete. No quisiera que se entienda que “tenemos que” ser felices en cada momento. Que no nos podamos permitir tener sentimientos negativos. ¡En absoluto! Evidentemente, no somos piedras que ni sienten, ni padecen… No hay nada más sano que reaccionar ante lo que nos pasa. Y a veces, nos suceden cosas “malas”.
Cuando hablo de esto, de lograr la felicidad, a lo que me quiero referir es a que, por medio de la introspección, podemos conseguir superar cada momento, siempre desde una primera identificación del sentimiento.
En resumen, por tanto y para terminar, quiero daros mi definición de felicidad.
Para mí la felicidad es disponer de la confianza en nosotros mismos para sacar esas herramientas que nos permiten afrontar las situaciones que nos surjan. Que si no disponemos de ellas, confiemos en nuestra capacidad de elaborar estrategias que nos permitan aprenderlas. Así, pase lo que nos pase, nunca dudaremos de poder afrontarlo. Viviremos sin miedo… Esa es mi definición de Felicidad.