Y de nuevo encontramos en psicología, un término de lo más relativo: el tiempo.
Sí, resulta que esa medida de lo más convencional, que se ha inventado el ser humano para poderse sincronizar con los otros, en psicología, también es relativo. Y es que es un ejemplo más, de lo distintos que somos unos de otros y que en eso debemos de basar, entre otras cosas, nuestros procesos de terapia: en las diferencias individuales. Por esto mismo, otro de mis lemas en terapia es el de “Cada paciente es un mundo”.
Cuando un paciente llega a consulta queriendo superar algo que ha sucedido en su vida, me suele hacer preguntas del tipo: ¿Cuánto tiempo me llevará superar esto? O ¿No ha pasado demasiado tiempo para que me encuentre así?
Mi respuesta a estas preguntas es la de: llevar a cabo nuestros procesos psicológicos, no es una cuestión de tiempo. Son procesos que están ubicados en el tiempo, eso sí. Pero, no se trata de que el tiempo pase, sino que, durante ese tiempo debamos llevar a cabo nuestro proceso. Y aunque parezca algo un tanto enrevesado, a lo que nos tiene que llevar a concluir, es que: cada uno de nosotros tenemos unos tiempos diferentes.
Pongo un ejemplo, en el caso de los duelos por fallecimiento… o incluso de las pérdidas en general… Algo que creo ya comentaba en la correspondiente entrada, es que se puede dar una estimación de como mínimo, cuánto tiempo nos puede llevar superarlo. Se dice que este tiempo, es concretamente un año. Lo que entendemos por un ciclo, en que sucede todo por primera vez. Primer cumpleaños, primeras navidades, primeras vacaciones…etc…
Y aún así, es relativo… Depende del tipo de relación que hayamos perdido, de lo que se haya vivido en ella, de la importancia que la persona le dé a cada una de estas fechas… Es decir, de nuevo me repito, relativo.
E insisto tanto en ello, porque a veces, el tiempo puede convertirse en tal preocupación, incluso obsesión, que acabe siendo un obstáculo añadido a nuestro proceso de superación.
Recordad, tiempo real, no hay más que uno y es el que en este mismo instante estamos viviendo. Solo en él tenemos que pensar para poder actuar. Así que, mi consejo es el de no perdáis el tiempo, proyectando, programando y organizando el tiempo…Sobre todo, en cuanto a procesos psicológicos, de crecimiento y superación se refiere.