¿Qué relación tienen Penélope y la procrastinación?
Cuenta la mitología que Penélope era la mujer de Ulises. Esta, ante la suposición de que él hubiese sido derribado entre tanta batalla y tempestades, a través del mar, tejía el manto con el que se iba a amortajar a su amor.
Penélope se había comprometido, con que cuando terminase de tejer, se podría casar con cualquier otro hombre.
Sin embargo, ella, tejía durante el día y destejía por la noche, no queriendo aceptar la muerte de su amado.
Seguir tejiendo para ella, era no aceptar su muerte y seguir esperando que regresara.
Fruto de esta leyenda mitológica, surgió el complejo de Penélope en psicología para clasificar un comportamiento, que en principio se consideraba propio de las mujeres con tendencia a llevarlo a cabo en su relación de pareja.
Esas mujeres que no quieren asumir que su relación se ha roto y por tanto no deciden elaborar al duelo correspondiente a esta pérdida.
Mujeres que deciden seguir esperando a que, quien fuese su pareja, vuelva.
Incluso, mujeres que siguen esperando que su pareja cambie, aceptando por tanto, todo tipo de roces y de tensiones en la agonía eterna de su relación. Para ello, llegan a recurrir incluso a una idealización de su situación actual.
Pero yo creo que podríamos utilizar el modelo de este mito, sin embargo, para conceptos más generalizados a hombres y mujeres, como por ejemplo, la procrastinación.
En realidad, el mito de Penélope, solo describe un tipo de procrastinación la cual podríamos entender como: procrastinación por indecisión. Personas que no llegan a decidirse debido a que se enreden dando mil vueltas, buscando la mejor manera de llevar a cabo, aquello que quisieran hacer.
Índice
Toma de Decisiones y dejar de procrastinar.
Es cierto que existen todo tipo de personas, hombres y mujeres, que deciden posponer sus decisiones. Evitan dar el paso, aparentando estar esperando consciente o inconscientemente que la situación cambie o avance por si sola.
Sí, sucede en las relaciones de pareja, tanto en hombres como en mujeres.
Pero también en otro tipo de situaciones muy relacionadas con el “salir de la zona de confort”.
Ejemplos de aplazar una decisión:
Queremos y sabemos que debemos de cambiar de trabajo. Que en este que estamos, no nos sentimos felices, o realizados. Sin embargo, nos resistimos a mover ficha, ya sea dando el paso de “dar carpetazo” o siendo un tanto más cautos, empezar con la búsqueda activa de un trabajo nuevo.
Nos sentimos a disgusto en la casa en la que vivimos, de hecho, la adquirimos con carácter transitorio, todavía no tenemos ni siquiera las cajas vaciadas, desde hace años y sin embargo nos resistimos a la decisión de buscarnos un hogar nuevo o incluso hacer de éste nuestro hogar.
Y como en estas situaciones, multitud de ejemplos más se me ocurrirían.
¿Se os ocurre a vosotros alguno? ¿Estáis viviendo alguna situación similar a alguna de estas?
Otros tipos de procrastinación.
Pero, también existen otras maneras de procrastinar.
Estas serían:
- Por evasión: cuando se evita empezar una tarea por miedo al fracaso. A este tipo de procrastinación, le subyace un problema de autoestima.
- Por activación: diríamos que es prácticamente lo contrario de la anterior. Se trata de postergar una tarea, hasta que ya no queda más remedio que hacerla.
Causas de la procrastinación.
Hablando de los diferentes tipos, podremos entender que existen diferentes causas o motivos que generan esto de la procrastinación.
A continuación, menciono algunos de ellos:
- Falta de organización: cuando tratamos de abarcar varias tareas al mismo tiempo y al final, no solucionamos ninguna. En este caso, sería muy útil realizarse un plan de acción e incluso una jerarquía de prioridades.
- Incapacidad para tomar decisiones: Pueda ser porque nos enredemos dando vueltas a la mejor manera de hacerlo y finalmente, no lleguemos a ejecutarlo. Se podría tratar de una cuestión de
También, como decíamos con Penélope, en este caso, lleguemos a realizar una idealización de la situación actual y por tanto, no veamos del todo necesario dar el paso.
- En relación al contenido de la tarea. En estos casos procrastinamos porque consciente o inconscientemente, no le encontramos un verdadero sentido a aquello que vayamos a realizar. Digamos, nos faltaría una motivación que sería necesaria encontrar.
- Falta de compromiso: se trata de la característica de la personalidad que tiene que ver con la incapacidad de comprometerse. Ya sea por un Síndrome de Peter Pan o de inmadurez, la persona no es capaz de asumir las consecuencias de sus actos.
- Miedo al fracaso: que denotaría una baja autoestima. Son personas que deciden no involucrarse en la tarea ya que dan por hecho que van a fracasar.
- Miedo a salir de la zona de confort. Porque erróneamente creamos que salir de la zona de confort es perder y no ampliar.
Y como estas, creo que podríamos encontrar otras muchas causas más de la procrastinación.
Conclusiones sobre la procrastinación
Al final, las conclusiones en este artículo son: existen distintos tipos de procrastinación que vienen marcados por distintas causas o motivos.
Hay factores de personalidad, generalmente relacionados con una baja autoestima que hacen que la procrastinación se convierta en una tendencia, general en el comportamiento de la persona.
Pero al final, todos en algún momento hemos procrastinado. Es decir, también existe la procrastinación más puntual y momentánea.
Por último, un consejo: no seáis “Penélopes” y si alguna decisión en vuestra vida, la veis clara, no procrastinéis, no pospongáis el actuar. Si os cuesta hacerlo, podéis pedir ayuda en terapia.
Vosotros mismos os lo agradeceréis.