El poder de la música

Hace un par de semanas hablaba sobre el efecto mágico que una sonrisa puede llegar a producir sobre nuestro estado mental. Siguiendo por la misma línea, hoy voy a hablar sobre el poder de la música.

Y es que seguro que más de una vez habréis comprobado de manera más o menos consciente, como el sonido de una melodía cambia vuestro estado mental, en tan sólo un instante.

A raiz de lo que os contaba en mi ejemplo para explicar el poder de una sonrisa, me propuse observar otras formas de conseguir cambios en mis estados mentales de manera casi inmediata. Y esto es lo que observé que sucedía en la música.

De hecho, casi, casi, es una herramienta que utilizo prácticamente cada mañana para poderme poner en marcha.

Es obvio que hay días a los que nos cuesta enfrentarnos más que otros. Días en que nos levantamos menos enérgicos… ¿Se os ha ocurrido alguna vez poneros algo de música para empezar a activaros?

¿Tenéis más o menos identificada la canción con la que lo haríais?

Es posible incluso que se os ocurran varias canciones y distintos tipos de música, en función al momento y al estado mental que queráis lograr…

Y aunque la manera más rápida e inmediata, sea la de escuchar la música (de fuera a dentro), ¿se os ha ocurrido alguna vez ser vosotros los «reproductores» de vuestra propia musica?

Es decir, de dentro a fuera. Me refiero a algo tan simple, como por ejemplo cantarla…

No se trata en absoluto, de ser buenos músicos ni mejores cantantes. Se trata, simplemente de utilizar capacidades que nuestro cerebro ofrece, como la de recordar una melodía, para poner nuestros estados mentales en acuerdo con lo que siempre queremos lograr: calidad de vida e incluso felicidad.

Recientemente se ha descubierto, en estudios relacionados con el Alzheimer, que quizás lo que más tarden en olvidar estos enfermos sean melodías musicales y canciones. Se entiende así, que la memoria musical es una de las menos afectadas por la enfermedad. Esto se asocia al hecho de que la música se recuerde con más facilidad desde las emociones.

Al mismo tiempo,sirve para reafirmar lo que en esta entrada de hoy os estoy contando.

Y ahora, os invito a que probeis a hacer este experimento de manera consciente.

¿Os gustaría contar cuáles son vuestras melodías favoritas y a qué estado mental os trasladan?
Si es así, os espero en los comentarios.

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