Hay un ejemplo que me gusta bastante utilizar en consulta, este es el ejemplo del «Efecto cubo de hielo».
Suelo hablar de él, cuando quiero hablar de la desensibilización. Esta es la capacidad que tiene el ser humano de atenuar sus sensaciones, incluso hasta el punto de hacerlas desaparecer. Y sucede, al estar expuestos de forma prolongada al estímulo que nos genera la sensación.
Precisamente, para explicarlo mejor, hablo del efecto cubo de hielo. Este consiste en que, si metiésemos la mano dentro de un cubo de hielo, al principio dolería. Incluso, sentiríamos que arde. Poco a poco al mantenerla, la sensación iría atenuándose. Y finalmente, llegaríamos a no sentir nada.
Esto, también le sucede a nuestras emociones. En teoría, algo que en principio nos puede hacer mucha risa, puede convertirse en algo totalmente neutro para nosotros. Una pérdida que genere sufrimiento, también acaba consiguiendo hacer que el dolor vaya desapareciendo…
Y como de lo que se trata es de ser adaptativos. ¿Cómo podríamos utilizar esta capacidad que tenemos, a nuestro favor?
Por ejemplo, a la hora de superar miedos. De hecho, en esta teoría se basa la técnica de la desensibilización sistemática, a la hora de superar fobias.
Si nos exponemos continuadamente, al estímulo que nos genera ansiedad. Conseguiremos que el miedo vaya despareciendo. De hecho, lo más práctico y en ello se basa esta técnica, es hacer que esta exposición se haga de forma progresiva.
Con lo que podemos concluir, por tanto, aquello de que los miedos se superan enfrentándose a ellos.
Una vez más, os invito a que probéis con ello. Aunque lo más recomendable es que, si padecéis una fobia que os llega a limitar y, por tanto, la queréis superar, hacedlo con la ayuda de un profesional.
Comprobaréis como con tan poco, puede cambiar vuestra vida.