Ya en el apartado dedicado al sueño, hacíamos referencia al cansancio o lo que es lo mismo, a la importancia que tiene estar descansados.
Cuando mis pacientes en mi consulta de psicóloga por internet me dicen en relación a su estado, que están cansados, la pregunta que yo les hago inmediatamente es la de: pero...¿se trata de cansancio físico o agotamiento psicológico?
El cansancio físico y el cansancio psicológico, son sensaciones que se parecen bastante y podemos llegar a confundir, y sin embargo, la manera de tratarlos es totalmente opuesta, por eso es importante que los consigamos diferenciar.
Índice
¿Cómo podemos identificar el cansancio?
Mediante esa herramienta tan importante y en la que ya somos expertos, llamada Introspección.
¿Dónde está el origen de mi cansancio?
Es la pregunta que nos debemos de hacer a nosotros mismos y cuando tal origen se encuentra en un exceso de actividad física, falta de sueño y un esfuerzo importante y constante en el desarrollo de nuestras actividades sin darnos opción a parar, es cuando hablaríamos de cansancio físico.
Agotamiento psicológico – SÍNTOMAS
El cansancio psicológico, sin embargo, es el debido a la realización de una misma tarea, de determinadas características, que no implica demasiada actividad física, a un estado de malestar importante que nos cuesta directamente superar, como pudiera ser un estado de ansiedad o depresión, o incluso al enfrentamiento constante a ciertos sentimientos negativos como puede ser sentimientos de culpa, impotencia e inutilidad que en muchas ocasiones aparecen generados por rasgos de nuestra personalidad.
Una vez ya hemos diferenciado de qué tipo de cansancio estamos hablando si de agotamiento mental o cansancio físico, llega el momento de tratarlo y he ahí, la importancia que tiene una buena identificación, ya que, los tratamientos son totalmente opuestos y la aplicación incorrecta nos llevaría a un empeoramiento del problema del cansancio.
El cansancio físico se supera descansando: Parándonos físicamente, proporcionándonos esa reparación que nuestro cuerpo nos pide…
Sin embargo, el cansancio mental, requiere de un cambio de actividad pero actividad al fin y al cabo. Cualquier actividad totalmente diferente a aquella que estemos realizando y cualquier actividad que nos resulte placentera y cuanto más variada mejor…
Existen situaciones que nos pueden generar ambos tipos de cansancio, al mismo tiempo.
Por ejemplo, situaciones de prolongado estrés laboral. Esas épocas en las cuales, tenemos un trabajo intenso, seguramente muy condicionado por el tiempo y con un amplio volumen. Tales situaciones pueden generar en nosotros síntomas de agotamiento psicológico, que se podrían ubicar tanto en el cansancio físico como en el cansancio psicológico y para las cuales, la solución para el agotamiento mental sería, proporcionarnos un periodo de tiempo en que nos permitamos dormir, parar, tomarnos el tiempo que necesitemos para nosotros mismos, realizando actividades placenteras que tampoco requieran de demasiado movimiento o al menos solo aquel que nos apetezca realizar. Vamos, en conclusión, proporcionándonos unas estupendas vacaciones… ¡Qué palabra tan agradable de escuchar!
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